«Exigimos la creación de un Consejo Plurinacional de Mujeres y Diversidades Indígenas para avanzar hacia la abolición del chineo»

Entrevista a Irma Caupan, referenta del Movimiento de Mujeres y Diversidades Indígenas por el Buen Vivir. Los orígenes del Movimiento, la demanda por la plurinacionalidad y los encuentros de mujeres y diversidades, la noción del Buen Vivir, y las campañas por la abolición del chineo y el terricidio.

Foto de portada: Radio Caput

¿Cómo nace y cómo se compone el Movimiento de Mujeres y Diversidades Indígenas por el Buen Vivir? Y, en ese marco, ¿cómo te insertas como militante o como activista?

Soy Irma Caupan, estoy desde  los comienzos del Movimiento de Mujeres Indígenas y hoy mujeres y diversidades. Nosotras primero empezamos en 2015 como una marcha de mujeres indígenas, la creadora de este movimiento es Moira Millán, ella se fue a recorrer gran parte de los territorios  de este país llamado hoy Argentina. En febrero de 2015 nos reunimos con mujeres de las 36 naciones y decidimos empezar a marchar en abril de 2015. Lo hicimos acá en CABA, dándole la espalda al mayor monumento que tenemos en la ciudad que es el del genocida Roca; y lo hicimos de espalda como una manera de no olvidar y también proponiendo vida, porque estamos planteando recuperar el Buen Vivir como un derecho para todes. Yo tengo un apellido biológico mapuche, Caupan, y me adopta una familia francesa. Yo me reconozco como una mujer mapuche, me asumo como tal y empecé en los comienzos en el movimiento que también es plurinacional. En este momento hay 40 naciones indígenas y desde ahí trabajamos. 

¿Cómo se inserta el Movimiento de Mujeres y Diversidades Indígenas por el Buen Vivir  en las discusiones del transfeminismo?  Al mismo tiempo ¿qué aportes le realiza el avance del transfeminismo al Movimiento de Mujeres y Diversidades Indígenas por el Buen Vivir ?

Nosotras como dije nos juntamos mujeres de las 36 naciones y empezamos a evaluar diferentes temas que no se habían tratado dentro de las mismas comunidades. Estamos en general todas atravesadas, sobre todo por la iglesia, entonces nos ha llevado mucho tiempo temas como el aborto y las diversidades, por eso recién ahora estamos planteándonos, caminando de otra manera y ampliando nuestra mirada. No es que nosotras tomamos temas para hacer repensar al resto sino que surgen de nuestras propias necesidades, por eso hablamos de terricidio, por eso hablamos de chineo. Van apareciendo los temas que nos atraviesan a todes.

Cuando hablamos de terricidio estamos hablando de feminicidio, de travesticidio, de ecocidio, de genocidio, de todo lo que genere violencia sobre nuestros cuerpos, y es con estos temas con los que vamos incomodando, y también estos temas nos van incomodando a nosotras.

No somos feministas, nosotras somos antisistémicas y antipatriarcales. Consideramos que es un sistema el que nos violenta y que no es una cuestión de género, es mucho más amplio, por eso estamos defendiendo a la vida desde esos lugares. Para nosotres en el territorio está la vida, está la salud, por eso nos consideramos parte de los territorios.

Desde esa perspectiva de incomodidad que planteás dentro de las comunidades y para todes, ¿qué potencialidades tiene la idea y la práctica del buen vivir para los movimientos y las agendas antipatriarcales y antisistémicas?

Está proponiendo la vida, justamente lo que estamos perdiendo de vista. Sobre todo en la época de pandemia se vio que nos están vendiendo una normalidad que no es cierta, que no existe. Por ejemplo, durante la pandemia fue una época donde más extractivismo hubo. Estamos incomodando, planteando que la vida tiene que ver con un buen vivir y no con un amoldarse a todo el sistema que nos está matando de diferentes modos.

Viste que muches hablábamos durante la pandemia de que capaz era una buena oportunidad para empezar a practicar otras formas de vida más sustentables, igualitarias, no solo entre nosotres sino también con el ambiente. ¿Desde el movimiento de Mujeres y Diversidades Indígenas vieron este proceso como una oportunidad o cual fue el saldo de toda esta pandemia?

Creo que todes tuvimos, en un principio, ese tipo de idea pero finalmente no fue así, hubo más extractivismo en la época de pandemia que en otras épocas, las comunidades sufrieron más violencia que en otros momentos, se sufrió más el hambre obviamente por eso también desde el movimiento se crearon comedores, porque las hermanas no podían salir a vender sus productos o cuando iban al pueblo a comprar comida fueron violentadas. 

Yo vivo en capital, me dedico a la salud mental y estuve toda la pandemia trabajando, no estuve encerrada. Creo que todos estos procesos se dieron para potenciar mucho más la locura, al perder el vínculo con los otros, con las otras, con les otres. Se generó mucho más la posibilidad de ir perdiendo la salud desde diferentes modos y lugares.

Así que bueno, si bien en algún momento una lo pensaba como una utopía, “esto nos va a servir para recuperar cierta humanidad” en muchos casos se potenció la desigualdad, no se pudo volver atrás. En otros casos vemos que han servido para que algunes tomen más conciencia de lo que es la vida, el territorio, pero en general lo que se nota es la deshumanización, no en vano estamos luchando y vociferando con esta campaña contra el chineo, que es toda una sociedad que está habilitando esto y permitiendo los crímenes de odio y aumentando el racismo. 

¿Crees que se propició un contexto para articular con otros actores que se acercan más a sus campañas? ¿Se abrieron nuevos canales de difusión?

Nosotras cuando empezamos en 2019 a hablar de terricidio, que engloba las diferentes violencias que se padecen, desde ahí empezamos a contactarnos y siempre estamos entrelazadas. Hicimos esa vez ese campamento de los pueblos contra el terricidio, que nos reunió con una cantidad de ambientalistas y con otras posibilidades. No solamente de Argentina sino del todo el mundo, tenemos compañeres de diferentes lugares del mundo. El Buen Vivir y lo que estamos proponiendo, que es recuperar vida, nos va ampliando cada vez más la posibilidad de entrelazarnos con diferentes agrupaciones, instituciones. Lo mismo ahora con el chineo, nos contactamos con actores, artistas, con Amnistía Internacional, con las mujeres contra la trata…  vamos ampliando nuestros lazos y es necesario porque estamos defendiendo la vida.

Mencionabas que no se identifican como feministas sino como antipatriarcales y antisistémicas, ¿podes compartirnos un poco más sobre esa decisión política? A la vez, preguntarte si articulan con organizaciones feministas y con el movimiento feminista en general.

Es un poco lo que decía recién, nosotres estamos defendiendo la vida que es más abarcativo, por eso no nos encerramos en un determinado modelo, por eso vamos por todo y necesitamos recuperar todo, y el Buen Vivir es eso: poder recuperar la reciprocidad con la naturaleza y entre los pueblos. Entonces no podemos reducirlo. Por eso también hablamos de terricidio que abarca una cantidad de problemáticas y  propuestas bien amplias. 

Tiene que ver con la vida, sí, desde el primer parlamento que hicimos en 2017 hemos siempre dejado el espacio abierto para poder escucharnos con otras mujeres, con otras grupalidades. El primer parlamento lo hicimos 2 días cerrados y el tercero abierto para que puedan venir más mujeres y seguir repensándonos. En ese momento nosotras pensábamos “nos queremos plurinacional” sabemos que hay un proceso pero necesitamos escucharnos y encontrar el modo entre todes. Después fuimos al ENM a plantearlo, nos costó y nos sigue costando. Ahora está divido. Somos conscientes de que necesitamos escucharnos para encontrar el modo de seguir caminando y encontrar el modo de poder cohabitar.

Quería preguntarte sobre el ENM, quedó en octubre con la fecha histórica como encuentro plurinacional y ha quedado en noviembre como encuentro nacional de mujeres. ¿Cómo ven ustedes esta discusión y en eso a que encuentro deciden ir? (porque se ha utilizado a las mujeres indígenas para justificar la división)

Si, como les decía nosotras cuando planteamos ese primer parlamento decíamos “nos queremos plurinacional” y con esta consigna fuimos al Bolsón porque se estaba planificando el encuentro del sur. No nos dieron el micrófono, fuimos un grupo de hermanas pensando que estando en territorio mapuche nos escucharían, no fue tan fácil y de hecho la hermanas trabajaron hasta un determinado momento pero después estuvo muy politizado y costó muchísimo. De todos modos llevamos un taller por la libre determinación de los pueblos porque para nosotras hay una cuestión política y no era un cambio de nombre, es una cuestión política ser reconocidas y dejar de ser invisibilizadas pero desde nuestras identidades, nuestra lengua, nuestra cultura, nuestra espiritualidad. De todos modos ahí vinieron más de 2000 mujeres al taller y pudimos demostrar que no solo tejemos y hacemos cosas dulces y comidas y cosas ancestrales sino que somos mucho más que eso, somos una fuerza política que defiende la vida y los territorios. 

Después cuando volvimos a La Plata todo lo que se había dicho se había perdido, la plurinacional no se respetó ni se movilizó. Fueron muchas asambleas de muchísima violencia, de muchísimo racismo, de las mujeres que decían: ¿por qué si siempre fue nacional tiene que cambiar ahora? Hay más de 40 naciones indígenas, estamos acá. Cuesta muchísimo. Y ahora ante esta división nosotras vamos por la plurinacionalidad, vamos a ir en octubre. Sí habíamos pedido, también con otras naciones indígenas, que se cambiaran los días ya que octubre es una fecha importante para nosotres. Pero en este momento tiene más peso la plurinacionalidad. Ha costado muchísimo y sigue costando. Estamos en un país super racista, con gobiernos que dicen que venimos de los barcos y hermanos y hermanas que también están super colonizadas. Seguiremos caminando porque realmente nos queremos plurinacional, queremos ser reconocides.

Ahora sí para preguntarte un poco sobre el Tercer Parlamento Plurinacional de Mujeres y Diversidades Indígenas por el Buen Vivir, que fue hace muy poquito ¿cómo surge la iniciativa de hacer parlamentos y como es la dinámica de trabajo siendo 40 naciones indígenas?

Estos parlamentos son una necesidad, y sobre todo después de la pandemia necesitamos encontrarnos, abrazarnos, sanarnos. Veníamos con esta campaña por la abolición del chineo que genera muchísimo dolor y durante la pandemia se sufrió muchísimo también porque las hermanas no podían salir a vender sus artesanías y no solamente eso porque sigue cada vez más la violencia, la muerte contra todo aquel que defienda la vida y los territorios. Con muchísimo esfuerzo y apoyo de diferentes instituciones pudimos hacer ese parlamento. Y vinieron hermanas de Bolivia y de otros lugares para hacer mucha ceremonia y poder seguir sanando porque el chineo, y la abolición del chineo que es la violación que sufren las niñeces indígenas como todo este terricidio que se padece constantemente, necesita ser sanado. Nos encontramos alrededor de un fuego, de una ceremonia que nos une y las necesidades tanto del norte como del sur se repiten, y necesitamos hablarlo, encontrarnos y ver de qué manera seguimos caminando.  Lo hacemos de esta manera, circulando y escuchando todas las voces. 

Mencionabas que somos un país muy racista que niega serlo. Consideramos escuchándote que no hay una autopercepción de que somos un país racista o que las personas que vivimos en Argentina somos racistas. Siempre se dice sobre la última dictadura que los  crímenes de lesa humanidad se perpetúan por el silencio y la impunidad, quería preguntarte si con el racismo que hay en Argentina hay todavía un crimen perpetrado hacia las comunidades indígenas.

Sin dudas, se comete un crimen sexual contra nuestras niñeces indígenas y se comete un crimen constantemente, porque somos totalmente invisibilizadas. Si una mujer indígena va a hacer una denuncia no es tomada porque no son todas hispanohablantes y constantemente el racismo se nota. Desde ya te digo, si desde los gobiernos nos invisibilizan y políticamente no estamos reconocidas, es mucho más que racismo, es un genocidio que se perpetua cada vez más, es un terricidio que avanza cada vez más con mayor impunidad. Asesinaron a Rafael Nahuel, después asesinaron a Elías Garay de la Lof Quemquentreu, salen de cacería como quieren, y tenemos una Bullrich o muchos políticos que dicen que somos terroristas y nos están catalogando constantemente y determinando, y no reconociendo. No podemos hablar de otra cosa que no sea mínimamente racismo.

Podrías contarnos un poco de los puntos principales de la campaña de terricidio, y también preguntarte si tuvieron alguna respuesta del Estado o de algún organismo público.

En general el Estado, aunque cambie de gobierno, se ha mantenido de la misma manera: contra los pueblos indígenas. Por eso digo que es un genocidio que se ha ido perpetuando y por eso hablamos de terricidio. Cuando hablamos de terricidio no es solamente defender el territorio sino defender la vida y los cuerpos. Y ese terricidio para nosotres incluye el genocidio, el feminicidio, el travesticidio, la entrega por parte del Estado de los territorios con mujeres y niñas, el ecocidio. Como arrasan el territorio nos arrasan a nosotres, a nuestra cultura, a nuestra espiritualidad, nos intentan borrar constantemente. Todo lo que genera violencia para nosotras es el terricidio. Tratamos de ponerle nombre a este dolor, a esta muerte, y a esta violencia que se padece a diario.

Retomando la campaña por la abolición del chineo ¿cuáles son los puntos principales?¿han obtenido respuesta del Estado o algún organismo público?

Desde que nosotras empezamos a marchar en 2015 lo que proponemos es un consejo de mujeres indígenas que realmente sean mujeres que esten en los territorios y sepan las necesidades, porque tenemos organismos públicos que no nos representan. Pero no fuimos escuchadas en ese momento y seguimos en la misma postura, lamentablemente no fuimos escuchadas y justamente mediante esta campaña que hicimos por la abolición del chineo pedimos una entrevista con el presidente. Nos parece que es el momento de poder ser escuchadas, generando un ultimátum hacia el Estado genocida pero no recibimos ningún tipo de respuesta.

Lo que estamos exigiendo es que sea declarado el chineo como uno de los crímenes más aberrantes que se ejercen sobre la humanidad, que sean imprescriptibles, que se responsabilice e inhabilite a trabajar en territorios indígenas a las empresas tanto públicas como privadas que lo permiten, que tienen personas que ejercen este tipo de práctica y que lo hacen con total impunidad. Que se procese y condene a los policías, gendarmes, militares, a la gente de la iglesia, todos lo que hacen omisión y permiten que esto se lleve a cabo. Que se juzgue y se condene sin excepción a los funcionarios públicos, a los 3 poderes del Estado, porque sino siempre queda todo invisibilizado, arreglado. Que se cree un consejo plurinacional de mujeres y diversidades indígenas para la abolición del chineo con un estatus de secretaria y con fondos económicos. Lo que exigimos se sintetiza en 10 puntos, que cualquier medida que se tome para abolir el chineo pueda tener en cuenta estos 10 puntos que no sólo los consideramos nosotras sino que fue hecho con la participación directa de las mujeres y diversidad de la mayoría de las naciones indígenas. 

Esto exigimos y nos reunimos con agrupaciones, viendo el modo de darle un marco legal a esta necesidad.

Ante la dificultad que implica estar siendo invisibilizadas constantemente desde el poder político y desde las instituciones del Estado, ¿hay casos de chineo que han sido judicializados?

La mayoría de los casos no están judicializados porque no llegan a tomar la denuncia o no se llega a hacer la denuncia porque este sistema está armado para que esto no suceda, y también porque las hermanas en muchos casos no son hispanohablantes o dentro de su propia comunidad no se los permiten hacer. O el mismo cacique de la comunidad puede estar dentro de este entramado, o pueden perder la posibilidad de recibir el alimento que tenían en ese momento. Hay una cantidad de factores que influyen en esto, y en que todo quede invisibilizado y silenciado. Sobre todo porque las personas, hombres criollos que lo cometen, tienen muchísimo poder, poder económico, poder político.

Entonces es muy difícil que esto ocurra. Hace poco hicimos una denuncia desde diferentes lugares sobre el Trichaco, que es organizado por un cantante super conocido y se sabe toda la ruta que se sigue para que todo este chineo, esta trata que sucede, suceda. Sin embargo, se silencia.

Es una práctica sistemática, con mucha historia, que se sabe que sucede y existe

Claro, es una practica colonial que tiene que ver con el genocidio y el sistema opresor. Son años de silenciamiento. Para nosotras que venimos desde 2019 con esto hemos tenido que sanar muchísimo, intentamos sanar para que las hermanas se animen a hablarlo, para entenderlo, denunciarlo y visibilizarlo. Hay un sistema que lo impide porque son generaciones y generaciones.  Lo sufren las hermanas, lo sufrieron sus madres y abuelas.

Pensando en el Ni Una Menos y la masificación de los reclamos feministas y también de reclamos muy específicos por la vida de las mujeres, ¿crees que la apertura de esas agendas en relación a la violencia de género permiten poner en discusión al chineo dentro de las comunidades o justamente por lo colonial de la práctica y de la problemática estos aires de nuevos tiempos no tienen impacto?

Ayudan y nos ayudan en la medida que nosotras podemos escuchar y sanar a las hermanas, porque por supuesto que apoyamos las campañas y estamos con ni una menos marchando y visibilizando a través de las redes. Sirve para seguir vociferando. El problema es cuando, debido al no reconocimiento de la plurinacionalidad, los reclamos por el chineo se vacían de contenido porque se lo trata de homogeneizar, y esto es muy específico, no se puede mezclar con otra cosa. Y esta necesidad de decir chineo, palabra colonial que nos lleva a una época de genocidio. surge de la necesidad de ponerle nombre y toda la carga racista, misógina que esto implica. No podemos decirlo de otra manera.

Con esta campaña buscan adhesiones y articular con organizaciones e instituciones para darle alguna formalidad, preguntarte si hay organizaciones feministas o legales que estén aportando a la campaña. Y pensando en un plano regional, si hay experiencias similares con las que pueden articular para impulsar esta campaña y la agenda de las mujeres indígenas.

Si, tenemos muchísimas instituciones acá que se están sumando, de diferentes agrupaciones feministas y no feministas, y suceden casos con otro nombre en otros países aunque no se llaman chineo. No estamos todavía articulando con ellas pero si conocemos a través de hermanas que este tipo de prácticas que suceden en otros lados.

Para ir terminando ¿cómo se puede aportar en la difusión de las campañas? Además, ¿qué actividades están impulsando actualmente desde el Movimiento?

Lo que tenemos dentro del movimiento es “hacedoras por el buen vivir” desde ahí las hermanas dan sus saberes a través de talleres, charlas, eso nos sirvió muchísimo durante la época de pandemia porque nos conectamos con grupos, compañeras y compañeros del exterior y fue un modo de ser escuchadas. Y en realidad lo que hacemos desde acá, desde Buenos Aires es sacar la noticia para que tenga efecto rebote en el exterior y que se pueda escuchar lo que estamos planteando. Cada vez nos vamos entrelazando más y vamos viendo la forma de sumar la voz en distintos eventos.

Ahora sobre todo estamos con la campaña por la abolición del chineo y tenemos diferentes canales de difusión con los cuales estamos abiertas a poder recibir y escuchar a las personas que se quieren acercar, sumar su voz y escucharnos.

Estamos en Instagram como @mindigenas, también tenemos en Facebook de mujeres y movimiento de mujeres y diversidades indígenas por el buen vivir. Tenemos en Twitter, @mmindigenas y diferentes modos de que se puedan comunicar. Yo los martes hago un programa de radio “voces de los territorios” por radio CAPUT, de 22 a 23 hs en el que justamente difundimos las voces de hermanas, hermanos y hermanes que están defendiendo la vida desde diferentes lugares y así vamos difundiendo nuestro caminar. 

Cada une que escucha, ahora sabe que este es el verdadero relato, de ahora en más se tiene la necesidad y la obligación de transmitirlo, porque si no, por los medios hegemónicos siempre está todo maquillado y está todo al revés y los asesinos somos nosotros, entonces esto es lo que tratamos de hacer, de sacar el verdadero relato, que se respete y se pueda vociferar. Creo que hemos dado un recorrido y por eso les agradezco que puedan difundirlo.

Adhesiones a la campaña “Abolición del Chineo Ya”: https://docs.google.com/forms/d/e/1FAIpQLSelNMRErWS8MQOe_I60QxAELCRDeSqX5CwIO3lkquiSGk9rzA/viewform 

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