Momento de (Re) Confirmaciones

Por Luis Vergara

El punteo de las temáticas, políticas públicas y direccionamientos que el gobierno desarrolló en la apertura de sesiones ordinarias, consolidan principalmente el accionar que se debe tomar post gestión macrista. Ejes como la ampliación de derechos se visualizan desde el Proyecto de Ley del Aborto que se enviara al poder legislativo, hasta la reparación de la “desidia en materia de derechos humanos” que llevo a cabo la era anterior; pasando por la relanzamiento de la línea 144 y la profundización de la Ley Micaela en los tres poderes del Estado. Enfoques que se materializan en políticas públicas ante problemáticas vigentes en la sociedad argentina. La muerte por abortos clandestinos, la violencia de género y el ataque a las diversidades, tanto en grandes urbes como CABA, o en provincias limítrofes como el Chaco, continúan con frecuencia en alza. La situación amerita una presencia institucional fuerte y comprometida.

La extensión para resolver demandas  incluye el derecho a la verdad: la desclasificación de los archivos secretos de la AFI sobre el atentado a la AMIA, representa el paso necesario para condenar a los culpables y ofrecer justicia a los ochenta y cinco muertos. Y nuevamente es un gobierno nacional y popular quien pone al actor correspondiente para ejercer estas atribuciones, el Estado. En este sentido, y en alusión al enroque de “gobierno de CEOS por gobierno de científicos”, el énfasis esta puesto en el trabajo conjunto que deben llevar a cabo sectores estatales y movimientos sociales.  Esta labor se consolida en la profesionalización de la administración pública, la creación de la Agencia Federal de Evaluación de Impacto de las Políticas Públicas y la propuesta sobre un nueva Ley de Educación Superior.

Las ratificaciones también aluden a las personas. Los invisibles vuelven a estar en el discurso presidencial, la prioridad de atender a los últimos para llegar a todos. Y, nuevamente, se elaboraron respuestas concretas sobre dos ejes fundamentales: el combate al hambre, y la democratización de la justicia.  

El primero reafirmando el pacto económico y social con la solidaridad como valor estandarte. Una mirada muy resistida en varios sectores. Sin caer en eufemismos, hacer hincapié en la mirada introspectiva que cada uno debemos tener para que el hambre de quien tenemos al lado represente una verdadera vergüenza y actuemos en pos de remediarla. Una actualización, y complemento, de “la patria es el otro”. En segundo lugar, si el poder judicial continua siendo una cueva que acobije  con sus dictámenes a quienes lucran con el sufrimiento de los que menos tienen, el poder político y, por lo tanto, el poder de todos, tendrá no las manos atadas, pero si una piedra sobre el cuello. Otro sector insignia de aceptar la transparencia interna, como es el Poder Judicial, debe reestructurarse como el tercer poder al servicio de la sociedad. Y no funcionar como impedimento de medidas legislativas y ejecutivas. Ambas llevadas a cabo por funcionarios elegidos democráticamente. Tanto el Poder Ejecutivo como el Legislativo deben lograr una alianza estratégica que reconfirme la vuelta de una Justicia al servicio del pueblo.

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Círculo Ecuador

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